Por esos años se desarrollaba en Italia la Revolución Industrial. Se multiplica la población y la miseria. Miles de jóvenes llegan a la ciudad. Viven en condiciones insalubres, hacinados, con hambre y lejos de su familia. Juan decide entonces reunir a los chicos más pobres de la ciudad para ofrecerles un lugar donde jugar, rezar y hacer amigos. Comienza así el Oratorio. Para estos chicos, Juan Bosco se convierte en Don Bosco. El Oratorio pasa por distintos lugares, hasta que finalmente se establece en el barrio de Valdocco.