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Matriz Formativa

ESPACIOS DE TEOLOGÍA, COSMOVISIÓN CRISTIANA Y ANIMACIÓN SOCIOEDUCATIVA

Presentamos a continuación una matriz formativa para los espacios de Teología y Cosmovisión Cristiana.

Una matriz formativa es una sistematización conceptual de las opciones y sentidos donde se sostiene una visión teológica y epistemológica. Propone horizontes para articular contenidos y metodologías en cada institución y cada carrera.

La siguiente matriz está construida desde:

1.- Núcleos: responden a la pregunta: ¿en qué nos queremos formar? Son conglomerados de contenidos que buscan promover un saber conocer, un saber hacer, un saber ser y un saber ser con otros.

2.- Enfoques: Son acentuaciones del horizonte de comprensión desde los cuales pretendemos abordar los núcleos formativos, sabiendo que dichos enfoques se interrelacionan y se yuxtaponen.

Cada núcleo fue construido desde los siguientes enfoques: teológico, educativo pastoral, ético-político, socio-cultural, socio-afectivo e identidad carismática. Estos enfoques nos permiten el diálogo entre la Teología y las otras ciencias.

Los núcleos señalan la visión teológica de un DIOS QUE:

– ESCUCHA Y ACOMPAÑA

– LIBERA

– ES COMUNIDAD

– SE COMPROMETE CON LOS ÚLTIMOS

– ES MADRE-PADRE

A continuación, presentamos cada núcleo donde se especifican una serie de contenidos que guiarán nuestra propuesta curricular. Se señala además el horizonte personal y socio-comunitario para nuestra casa. Los núcleos no están en orden de preferencia, sino que interactúan entre ellos.

Notas:

Algunas consideraciones para abordar la matriz:

  • Vamos constatando que las y los estudiantes, en un porcentaje importante, están ajenos a la vida de fe.
  • Nos preocupa que la inserción de la Teología/Cosmovisión cristiana en las carreras no sea solamente por ser una institución católica; que ofrezcamos una alternativa de perspectiva y apertura de lecturas posibles de la realidad y de las ciencias en las que estamos trabajando.
  • Queremos presentar la Teología desde la mirada epistemológica, sin suponer premisas de conocimiento de lo religioso. Además, queremos separar la propuesta del conocimiento de lo teológico y la realidad de la institución eclesial. Algunas de las intervenciones de la Iglesia jerárquica en su historia y en este tiempo, no colaboran con una aceptación comprensiva de lo que la mirada evangélica puede aportar a su formación.

A los núcleos propuestos los titulamos con tres aspectos interdependientes y complementarios:

  • La imagen de Dios
  • La fe que nos inspira
  • La espiritualidad que queremos vivir

Proponemos la espiritualidad como concepto más abarcativo de lo religioso.

Desde la espiritualidad, debemos atender especialmente el hecho de la fe, o dimensión de fe. En este sentido, nos proponemos mirar las distintas experiencias de fe que las y los estudiantes están transitando. Y también ampliar la mirada de fe. La reacción negativa a la fe cristiana y católica tiene que ver con muchas presentaciones limitadas y que, muchas veces, están impregnadas de una mirada moralista y no ética.

NÚCLEO 1

UN DIOS QUE ESCUCHA Y ACOMPAÑA

LA FE QUE DESCUBRE AL OTRO/A

LA ESPIRITUALIDAD DE LA ESCUCHA

Inspirados en el acompañamiento que el Resucitado hace a los discípulos de Emaús invitamos a privilegiar opciones personales y comunitarias de acompañamiento que alojen la diversidad cultural, escuchen e incluyan a las minorías y promuevan modos de vida en donde se escuchen todas las voces.

Nos proponemos reflexionar en:

  • Diálogo entre Ciencia, Fe y vida.
  • Una epistemología teológica abierta a las ciencias y tecnologías.
  • Jesús y su mensaje (Jesús histórico).
  • El evangelio como buena noticia. Superación de las miradas moralistas del evangelio.
  • La mirada teológica de la solidaridad.
  • El Dios de Jesús.
  • Imágenes distorsionadas de Dios.
  • Emaús como modelo de acompañante.
  • El acompañamiento como construcción personal e identitaria. La importancia del otro/a para la revelación de la propia humanidad.
  • La escucha y el acompañamiento desde una eclesiología samaritana y magdalena desde y hacia las/los últimas/os.
  • La escucha como presencia cercana que respeta y valora el protagonismo de las/los jóvenes en la toma de decisiones.
  • El acompañamiento salesiano inspirado en Don Bosco.
  • Re-lecturas contextualizadas del Sistema Preventivo desde la clave del acompañamiento.
  • Prevención, escucha y acompañamiento en situaciones de vulneración de derechos.


Horizontes personales y socio-comunitarios

  • Reconocemos una imagen de Dios encarnado, cotidiano, cercano, que habita en todo y en todas/os.
  • Valoramos a las personas que nos acompañan en cada búsqueda.
  • La escucha y el acompañamiento son dimensiones sustanciales de nuestra espiritualidad salesiana.
  • Valoramos esta dimensión desde nuestra vivencia y nuestro desarrollo profesional.
  • Proponemos celebrar a un Dios que conoce y escucha nuestros deseos más profundos.


NÚCLEO 2

UN DIOS LIBERADOR

LA FE EN UN DIOS LIBERADOR

LA ESPIRITUALIDAD DE ESTAR CON LOS ÚLTIMOS

Jesús, durante su vida pública, hace suya la defensa de los marginados, de los pequeños y de los pobres. Es un comportamiento constante de su parte, que frecuentemente le genera conflictos con otras personas u otros poderes en las numerosas curaciones que realiza a favor de los enfermos y de los lisiados, hasta en las enseñanzas a favor de los pequeños a los que Dios hace comprender sus secretos. Jesús está siempre al lado de los marginados tanto si la causa de su marginación es social como religiosa.

Nos proponemos reflexionar en:

  • El Reino: opción de Jesús
  • El Dios que se define con su pueblo. Las dinámicas que definen la lógica teologal y su definición en la Encarnación.
  • La experiencia del éxodo (experiencia humana de liberación – paso de la esclavitud al servicio).
  • Iglesia samaritana y en salida.
  • La mirada teologal y su ruptura epistemológica desde el “principio Misericordia”.
  • Ética de la alteridad y la responsabilidad.
  • Ética de la hospitalidad y el cuidado.
  • El compromiso político y la militancia de los derechos humanos como proceso transformador.
  • Teologías contextuales e interculturales: desde las víctimas, teologías feministas, juveniles, ecológicas…
  • Las subjetividades juveniles en relación al cuerpo y el territorio como espacios de expansión en la participación.
  • La virtualidad y las redes sociales como espacios de subjetivación.
  • Cuidado y protección de la vulnerabilidad ante distintas situaciones y expresiones de abuso, especialmente con las minorías.
  • Prevención y acompañamiento en situaciones de vulnerabilidad de derechos


Horizontes personales y socio-comunitarios

  • Buscamos construir mapas vitales teniendo como centro a los “vulnerabilizados”, asumiendo su profesionalidad desde esta dimensión.
  • Dialogamos con las realidades, promoviendo el compromiso en la transformación política y ciudadana, en vinculación con nuestra formación profesional.


Núcleo 3

UN DIOS FAMILIA

LA FE QUE SE VIVE CON OTRAS/OTROS

LA ESPIRITUALIDAD DE LA “COMUNIÓN”

Estamos llamados a construir una sociedad que genere comunión, reciprocidad, solidaridad y sororidad/fraternidad.  En este sentido debemos propiciar un modelo social que incluya a todos especialmente a los que tienen la vida amenazada.

Nos proponemos reflexionar en:

  • Una iglesia trinitaria (comunión), samaritana y pueblo de Dios.
  • Miradas comunitarias trinitarias.
  • El Reino de Dios y sus expresiones en las propuestas educativo-pastorales: dinámicas que favorezcan la justicia, la equidad, la fraternidad y la comunión poniendo en el centro al ser humano.
  • La definición recíproca de la comunidad. Un Dios que se define desde su pueblo y desde el otro/a.
  • La diversidad sexual y la perspectiva de género.
  • La reciprocidad como dimensión afectiva.
  • Una praxis educativo-pastoral que genere producción de conocimiento, de belleza, de estética, de bienestar, de ética del bien común, de comunicación, de interacción, de solidaridad con la naturaleza y con todos los seres humanos
  • La corresponsabilidad en la misión y animación donde se promueva la participación activa del joven. Participación democrática y transparente.
  • La educación desde la encarnación: en lógicas de procesos, construcción del aprendizaje cooperativo y democrático, evaluación comunitaria.
  • La definición de la libertad construida desde las y los otras/os. Superación de las lógicas liberales, propuestas comunitarias-cooperativas.
  • Las economías sociales (socio-economías solidarias, economía popular solidaria, nuevo corporativismo, inversión ética, etc.) y la economía del bien común.
  • La economía del trabajo: reafirmar la importancia fundamental del trabajo y su dimensión subjetiva.
  • El poder al servicio del discernimiento, la circularidad de la palabra, la participación genuina y la consecución del bien común, en los modelos y políticas económicas
  • El criterio oratoriano: el cuidado preferencial de los más vulnerables y su promoción integral. Trabajo y templanza en la educación salesiana (educación en el trabajo y para el trabajo).

Horizontes personales y socio-comunitarios

  • Incorporamos, en nuestros mapas vitales, esta dimensión utópica.
  • Generamos un ambiente de cuidado que dignifica a la persona y a la vida.


Núcleo 4

UN DIOS QUE SE COMPROMETE CON LOS ÚLTIMOS

LA FE QUE INCLUYE A TODAS Y TODOS

LA ESPIRITUALIDAD DEL COMPROMISO POLÍTICO

Como comunidad académica, inspirados en la tradición salesiana, salimos al encuentro de los últimos y, en cada momento histórico, resignificamos los caminos para promover una sociedad más justa, igualitaria, fraterna y equitativa.

Nos proponemos reflexionar en:

  • La encarnación como estructurante epistemológico de la Teología y de la fe.
  • La dinámica de la encarnación como compromiso de Dios con el hombre.
  • El anuncio del Reino de Dios como buena noticia para y desde las/os últimas/os.
  • La historia como espacio de revelación de Dios. El discernimiento de los signos de los tiempos: políticos, económicos, sociales, culturales, …
  • La participación política pública entendida como una de las grandes expresiones de la caridad.
  • El conocimiento y anuncio de la Doctrina Social de la Iglesia como la encarnación en la historia del Evangelio de la misericordia y de la compasión.
  • El Reino que se manifiesta en lo histórico: dinámica de la “praxis histórica” como lectura del Reino. El “ver, juzgar, actuar/transformar, celebrar”, en lógicas educativo-pastorales.
  • La educación como un ejercicio de política y formación ciudadana que se hace presente en cada propuesta educativa.
  • La socialización política como un auténtico proceso de diálogo y reflexión comunitario que implica: reconstruir la historia, crear pensamiento, ser en contextos, superar divisiones y, muchas veces, el desplazamiento de nuestro sentir y pensar hacia formas más humanas.
  • Re-lecturas del Sistema Preventivo desde la praxis social de los derechos humanos


Horizontes personales y socio-comunitarios

  • Vislumbramos nuestro compromiso con el Reino en la militancia social y eclesial, desde nuestros trayectos vitales.
  • Denunciamos las situaciones que atentan contra el ser humano y su dignidad, entre ellas la vulneración de derechos, la discriminación, la marginación de los pueblos originarios y los migrantes, la segregación de las personas por su género.
  • Resignificamos el “buenos cristianos y honestos ciudadanos” frente a la privatización de la fe y la apatía política.


Núcleo 5

UN DIOS MADRE/PADRE

LA FE INTEGRADA CON LO CREADO Y QUE RESPETA LA DIVERSIDAD COSMOLÓGICA

LA ESPIRITUALIDAD DEL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

El cuidado de la creación nos compromete a profundizar nuestra misión salesiana corresponsablemente desde el cuidar, reparar, recuperar estilos que orienten ecológicamente a la protección de toda forma de vida y a la no aceptación de prácticas que conducen a la contaminación del medio ambiente y a la muerte de los seres vivos. El cuidado de la Casa Común comienza en nuestras comunidades educativo pastorales.

Nos proponemos reflexionar y formarnos en:

  • Teología de la creación, teología ecológica. (eco-teo-pedagogía de la creación)
  • La lógica antropológica en la mirada ecológica. Ecología integrada y en diversidad.
  • La dinámica natural, superación de los mandatos naturalistas/esencialistas.
  • El medio ambiente y los recursos naturales como don y Bien Colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos.
  • Mayor sensibilidad con respecto a la Casa Común y al cuidado de la vida, al acceso solidario y justo a los bienes de la tierra.
  • La teología contemplativa de la revelación en las diversidades culturales. (sínodo de amazonia)
  • Teología de los pueblos/culturas originarias. Estructuración de la narrativa bíblica de las culturas ancestrales como referencia hermenéutica.
  • Reconocimiento de la igualdad de derechos y la necesidad de generar condiciones para hacerlo posible.
  • Planteo ecológico convertido siempre en un planteo social, integrando la justicia, tanto el clamor de la tierra como el clamor de los más necesitados.
  • Los Objetivos de Desarrollo Sostenible internacionales y de la Argentina.
  • En la toma de conciencia de que somos una sola familia humana en relación con el resto de la creación. No hay fronteras ni barreras políticas o sociales que permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia.
  • En cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas capaces de motivarlas hasta conformar un estilo de vida.
  • Construir comunidades que cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como por ejemplo el uso correcto de las cosas, el orden y la limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados.


Horizontes personales y socio-comunitarios
:

  • Somos una casa que cuida el estar, ser y hacer la “Casa Común”.
  • Buscamos desarrollar y profundizar nuestra conciencia ecológica comunitaria, entendiendo que vale la pena ser buenos cristianos y honestos ciudadanos.
  • Sentimos y vivimos la experiencia comunitaria de “nos necesitamos los unxs a los otros” cada quien, por igual, asumiendo nuestra responsabilidad con la vida – ante las personas, nuestras comunidades – y con el mundo como “CASA COMÚN”.